Anteriormente filósofos se dieron cuenta que los animales no podían sobrevivir en una atmosfera donde no existiera una flama.
Se muestran ejemplos desde el punto de vista calorimétrico y termodinámico de sistemas vivos.
Considerando que los organismos vivos son sistemas abiertos en constante intercambio de materia, energía e información con su ambiente, es por esto que mueren cuando son aislados en un sistema cerrado aproximado a un equilibrio térmico.
Queda claro que la producción bioenergética de calor permanece estable cuando la radiación y la evaporación disminuyen radicalmente. Un ejemplo de la termodinámica en seres vivos son los enjambres de abejas, una abeja sola a 20°C tiene una masa térmica de 208mWg-1 pero este rango disminuye hiperbólicamente cuando aumenta el número de abejas. Existen abejas con un sistema de defensa especial, cuando una avispa se acerca al panal recibe advertencias de las abejas entonces un grupo de 400 abejas se lanza sobre la avispa formando una esfera alrededor de ella, generando en el centro temperaturas de 46°C, debido a la tasa metabólica de las abejas, dejando prácticamente quemada a la avispa. La energía consumida por las abejas es de 9Kj, que equivale a 0.6g de miel, lo que hace a este sistema muy efectivo.
El uso de la relación entre la respiración y la producción de calor puede ser correlacionado con la salud y con distorsiones de esta relación puede ser relacionadas con enfermedades o debilidad, siendo de gran utilidad en el diagnostico o supervisión.El balance energético puede ser encontrado en el desarrollo de algunos escarabajos e insectos donde el estado larval necesita recolectar la mayor cantidad de energía para el estado de pupa.
Lamprecht-Ingolf. “Calorimetry and thermodynamic of living systems”. Thermochimica acta. 2003. Vol.405. p.1-13.
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